En este año de lo sobrenatural, en el ayuno de enero, Dios le dio una palabra como familia, que era: "Buscad primero mi reino y lo demás será añadido. El Señor le dijo: "Pruebame en esto, confía en mi" y ella confió porque en la palabra la única vez que Dios dice que lo probemos es con los diezmos y ofrendas, y Romina lo hizo.
Empezó a trabajar solo por la mañana y dejó algunas cosas y se dedicó a orar y ayunar a la siesta; escuchaba las prédicas de los pastores y así fue que en febrero fue a retirar un depósito en el banco y se encontró con una suma muy grande; el Señor le dio el triple de lo que debía cobrar. Y en marzo le volvió a suceder lo mismo, abril lo mismo.
Tenía una cuenta en el banco que estaba inactiva y se fue a cerrar esa caja y le volvió a sorprender Dios con el doble y sin cuenta nuevamente.