Para mi sorpresa, rápidamente se formó una larga fila que llegaba hasta la puerta de la calle. El pastor remarcó nuevamente:—"Recuerden, tienen dos minutos como máximo."
Para mi sorpresa, rápidamente se formó una larga fila que llegaba hasta la puerta de la calle. El pastor remarcó nuevamente:—"Recuerden, tienen dos minutos como máximo."