Los milagros, revelan el amor del Padre para con Su creación y el deseo de la humanidad de relacionarse con el Dios invisible. Los hombres y las mujeres quieren ver a Dios en acción,a través de Su gracia transformando vidas, relaciones, prosperando, sanando...pero por sobre todo habitando corazones y trayendo salvación y vida en abundancia.
Este anhelo de lo milagroso está profundamente arraigado en la humanidad, independientemente de su nacionalidad o procedencia, porque toda persona humana está hecha a imagen del Dios de los milagros. La gente quiere milagros hoy tanto como los ha anhelado siempre.

Todo verdadero despertar espiritual que ha honrado a Cristo y a su Palabra ha sido atestiguado por milagros dinámicos. La salvación es proclamada por hombres y mujeres humildes que han tenido una visión del Cristo vivo, que «es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos» (Hebreos 13:8).
Es imposible proclamar la Palabra de Dios con fe bíblica y no ver milagros. Cuando la gente ve la Palabra de Dios confirmada por milagros, sabe que es verdad, y se vuelve al Señor de la misma manera que lo hacía la gente en los días bíblicos. Muchos creyeron en su nombre cuando vieron los milagros que hacía (Juan 2:23). Él puede hacer milagros en tu vida hoy. ¿Qué milagro anhelas? Ora al igual que el salmista: «Mi alma desfallece de anhelo por tu salvación; ... en tu palabra he puesto mi esperanza» (Salmos 119:81).

Bendecido viernes!!!!