Las cifras de divorcios en la actualidad son alarmantes. Y una de las principales causas es el adulterio. Los porcentajes de hombres y mujeres que caen en esta dolorosa falta moral son prácticamente parejos. Pero, aunque el adulterio es una tragedia que golpea fuerte a las familias, hay formas de prevenir ese tsunami emocional y espiritual que causa tanto estrago.