1 Crónicas 4:9-10 «Jabes fue el más destacado de sus hermanos. Su madre lo llamó Jabes, porque dijo: Yo lo di a luz con dolor. Y Jabes invocó a Dios. Dijo: ¡Cómo quisiera que me des tu bendición, que ensanches mi territorio, que tu mano esté conmigo y que me libres del mal, para que no sufra yo ningún daño! Y Dios le concedió lo que pidió.»
La vida para Jabes no había comenzado bien, pero él usó armas espirituales para cambiar su futuro.
- Se humilló pidiendo la bendición de Dios, para tener la provisión necesaria.
- Pidió que su campo se ensanche, que su negocio crezca, para ser de influencia para su ciudad y nación.
- Buscó aferrarse de la mano del Señor para que ningún mal lo alcance.
¡Y llegó a ser el más destacado de su familia!
Ora así: Padre Dios, te pido que me des tu bendición, la sabiduría necesaria para hacer prosperar mi casa y ciudad, la protección para ser libre de todo ataque del mal. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Sábado!