2 Corintios 1:9-10 “Esperábamos morir; pero, como resultado, dejamos de confiar en nosotros mismos y aprendimos a confiar solo en Dios, quien resucita a los muertos. Efectivamente él nos rescató del peligro mortal y volverá a hacerlo de nuevo. Hemos depositado nuestra confianza en Dios, y él seguirá rescatándonos”.
Nadie está exento de pasar las más duras dificultades, al punto de pensar que ya no hay salida.
Pero el Apóstol Pablo recuerda que no será con tus fuerzas, sino es Dios quien te rescatará; que este es el momento de poner toda tu confianza en Dios.
Ora así: Padre Dios, no sé cómo salir adelante, pero decido confiar en Ti creyendo que me rescatarás. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Martes!
