En medio de ese trayecto desafiante, Paola clamó a Dios, pidiendo salir de ese proceso de enfermedad y muerte.
Aunque salió del hospital sin poder caminar ni comer, los médicos le recomendaron realizar más estudios y tomar medicamentos. Este proceso persistió durante 5 años.
Sin embargo, Paola siguió insistiendo y clamando a Dios para que la liberara de esa situación. Un momento clave llegó cuando escuchó una prédica de la pastora Susana, que la inspiró a buscar una segunda opinión médica.
Después de nuevos estudios, el doctor le dio la noticia de que no tenía nada y que estaba sana. Lo que no había sucedido en 5 años, ocurrió en solo 5 meses».