La palabra de Dios en Isaías 54.10 TLA dice "Las montañas podrán cambiar de lugar, los cerros podrán venirse abajo, pero mi amor por ti no cambiará. Siempre estaré a tu lado y juntos viviremos en paz. Te juro que tendré compasión de ti".
Sólo un amor perfecto, el de Dios, cubre nuestras faltas con perdón y misericordia; pero ocurre que no solemos acudir a ese amor, sino que nos sumergimos en nuestro propio ego y autosuficiencia apartándonos más y más de Él.

Sin embargo, y a pesar de ello, el Señor nos busca y nos espera con amor, como lo describe la parábola del hijo pródigo, a quien no negó en ningún momento su compasión; aunque fue por voluntad propia que el hijo se fue a malgastar su herencia y a vivir desenfrenadamente, fue recibido con ternura.

Lo peor que podemos hacer es alejarnos de Dios en esos tiempos que fallamos, por eso debemos considerar que tenemos un Padre lleno de compasión, que su amor es perfecto y que no cambia, porque nos ve a través de Jesucristo, nuestro Salvador.

Si sientes que Dios está lejos porque has fallado, no tardes más en acercarte nuevamente, háblale de cómo te sientes y sobre todo, recibe su amor perfecto.

Pr. Cesar Bisson
Centro Cristiano Puerta Abierta Sáenz Peña, Chaco, Argentina