El cristiano que ha entendido lo que significa la Gracia de Dios ya nunca más vivirá en esclavitud, ni tratando de ganarse con obras algo que ya le pertenece, que es el amor incondicional de Dios. Y cuando se nos hace la luz sobre esto podemos, recién allí, cuando limpiamos nuestra cabeza de ideas equivocadas, podemos cumplir el propósito que Dios nos ha confiado.
Una hermana me escribió para decirme que tiene 60 años y que vive atormentada por los pecados de su vida pasada. ¡Y es cristiana! Es que una de las grandes mentiras de Satanás es hacernos creer que nunca seremos lo suficientemente buenos como para ser amados y perdonados por Dios. Y, como esta hermana, muchos se lo creen. Por eso tiene tan alto significado saber lo que es la Gracia porque con ella le decimos basta a la condenación. Es quitarnos la pesada carga de la culpa. Y esto es sumamente importante.
Muchos solo saben (y repiten sin entender demasiado) que Gracia es un regalo inmerecido. Pero es casi una herejía querer encerrar en una oración una de las cinco palabras más importantes del Evangelio, la cual es Gracia.
Permítame que le haga entonces la pregunta: ¿Qué concepto cree que tiene Dios de usted? Trate de responderla allí donde se encuentra. De acuerdo a lo que responda yo puedo determinar dos cosas: 1) La influencia que Dios tiene en su vida y 2) Lo que usted ha entendido sobre la Gracia.
Lo que usted responda mostrará su realidad hoy. Y esa realidad que nos hemos formado puede limitar lo que Dios podría hacer en nuestra vida. Incluso es muy importante también que si usted tiene un enfoque equivocado, pueda, al darse cuenta de su error, trabajar para alinearla correctamente.
Si usted respondió: “Lo que piensa Dios de mi es que soy un hijo muy amado, amado incondicionalmente”. Si cree plenamente esto, usted ha creído y respondido perfectamente y es una persona libre de toda religiosidad o de leyes establecidas por hombres. Si usted respondió así ha dejado de ser un esclavo y ha abrazado la libertad. Ha comenzado a verse como Hijo. Ha entendido una verdad central de la vida cristiana.
Él nos recuerda: “Estad firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres (por Gracia) y no estéis otra vez sujetos al yugo de la esclavitud” (Gálatas 5:1). “La sangre de Cristo nos LIMPIA de todo pecado” dice 1 Juan 1:7. Y todo significa TODO. De esa manera práctica se manifiesta la Gracia de Dios. Jesucristo ocupando nuestro lugar y muriendo por cada uno de nosotros. Y derramando esa sangre purificadora. ¿Qué es lo que tenemos que hacer con esta información? ¿Estudiarla? ¿Razonarla? ¿Pensarla? ¡NO! ¡Solo creerla!
Y un regalito final: En el griego original la palabra “limpia” (Del texto 1 Juan1:7) significa “una presente y continua acción”, es decir que desde el momento que recibimos a Cristo su sangre ¡NOS SIGUE LIMPIANDO CONTINUAMENTE!
Como una cascada interminable de GRACIA…de perdón, de amor y de libertad.
Por Marcelo Laffitte