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¿Qué decides ser? compañero, discípulo o espectador de Dios

En la vida siempre tomamos decisiones desde que nos levantamos, la hora, la ropa, la comida y otras más trascendentes como la carrera, la pareja, la casa. Pero cuando de Dios se trata, las opciones nos determinarán nuestro futuro acá y en la eternidad.

En esta palabra nos muestra tres tipos de personas:

Los espectadores:

Éxodo 33 7 Y Moisés tomó el tabernáculo, y lo levantó lejos, fuera del campamento, y lo llamó el Tabernáculo de Reunión. Y cualquiera que buscaba a Jehová, salía al tabernáculo de reunión que estaba fuera del campamento.

Según vemos, el líder Moisés llevó el tabernáculo fuera del campamento, para que quien quisiera buscar a Dios tuviera que hacer un esfuerzo e ir a algún lugar. Ahora, la opción estaba disponible, para todos….

8 Y sucedía que cuando salía Moisés al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba, y cada cual estaba en pie a la puerta de su tienda, y miraban en pos de Moisés, hasta que él entraba en el tabernáculo.

El pueblo, pasó a ser espectador, miraban de lejos, se levantaban, quedaban en la puerta de su tienda, miraban lo que sucedía, pero no se involucraban.

Esa determinación marcó su destino, ya que de tres millones que se estima que salieron de Egipto, solo dos ingresaron a la Tierra Prometida.

Los discípulos:

11….Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo.

Según describe la biblia, Josué estaba siempre en el tabernáculo o en el borde del monte donde Moisés hablaba con Dios, o yendo a la tierra prometida a ver lo que Moisés le pidió y trayendo noticias con visión espiritual, no terrenal.

 

Y esa determinación también marcó su destino: cuando Moisés murió, fue Josué quien llevó al pueblo a la Tierra Prometida y dejan de recibir alimento del cielo. Es a él a quien Dios le dice “esfuérzate y sé muy valiente” y es quien conduce al pueblo a las victorias sobre los enemigos y finalmente reparte la tierra.

Los compañeros de Dios:

9 Cuando Moisés entraba en el tabernáculo, la columna de nube descendía y se ponía a la puerta del tabernáculo, y Jehová hablaba con Moisés. 10 Y viendo todo el pueblo la columna de nube que estaba a la puerta del tabernáculo, se levantaba cada uno a la puerta de su tienda y adoraba. 11 Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero.

14 Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. 15 Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.

El gran Moisés, quien, a pesar de todos sus defectos, (como vos y como yo), Dios llamó para liberar a su pueblo y para ello le enseñó a hacer milagros, prodigios y señales. Pero lo más importante es que él hablaba cara a cara con Dios, “como habla cualquiera a su compañero” dice la palabra.

Incluso se atrevió a pedirle a Dios que su presencia vaya con él siempre, ve pasar la gloria de Dios, y su rostro resplandecía cada vez que tenía un encuentro con el Señor.

 

¿Qué decidirás ser con Dios? Espectador, discípulo o compañero…. De esa decisión dependerá tu destino.

De la redacción de Encendidos por el Espíritu

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