Tu testimonio habla más fuerte...

¿Cómo saber si estamos caminando bien espiritualmente? ¿Nos evaluamos de verdad o solo nos conformamos con “hacer cosas” para Dios? Muchos creyentes miden su vida espiritual por su participación en actividades de la iglesia. Pero el apóstol Pablo nos invita a ir más profundo“Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos” (2 Corintios 13:5)

 

Las funciones que cumplimos pueden engañarnos. Por eso, propongo tres señales simples y reveladoras para saber si verdaderamente estamos en la fe:
 
1.- NUESTRA SANTIDAD ESTÁ FUNCIONANDO.
El cambio visible al conocer a Cristo es solo el comienzo. La verdadera santidad se nota cuando el Espíritu Santo nos hace sensibles al pecado y empezamos a pedir perdón por actitudes que antes ni registrábamos.
Dice la Palabra: “El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará” (Filipenses 1:6)
 
2.- NUESTRO TESTIMONIO PERMANECE LIMPIO.
El testimonio es nuestra forma de vivir. Se refleja en cómo tratamos a los demás, cómo cumplimos nuestros compromisos y cómo actuamos en lo cotidiano.
“Para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16)
Si otros ven coherencia, entonces la fe está viva.
 
3.- ENTENDEMOS CADA VEZ MEJOR LA PALABRA DE DIOS.
Una fe genuina se traduce en una luz creciente sobre la Biblia.
Pasajes antes oscuros se vuelven claros. Comprendemos lo que es de Dios y lo que no.
“El espiritual juzga todas las cosas” (1 Corintios 2:15).
 
¿Te incomoda lo que antes tolerabas? ¿Te elogian por tu forma de vivir? ¿La Palabra te habla con más claridad?¡Entonces estás en el buen camino!
 
“Procura presentarte a Dios aprobado” (2 Timoteo 2:15).
La autoevaluación no es una carga, es un privilegio. Nos mantiene humildes, despiertos y en plena comunión con el Señor.
 
Por Marcelo Laffitte
 
 

Suscríbete a nuestro boletín de novedades

Te vamos a comunicar lo más destacado.
Solo una vez por semana te enviaremos notas seleccionadas de nuestra web.